Un tríptico de locos de prosapia divina
que encarnan lo divino de la Raza Latina:
un tríptico de locos que locura genial:
El mártir del calvario,
don Alonso Quijano y Colón Visionario
son los locos que encarnan lo eterno de Ideal.
(Dedico este tríptico a mi quijotesco amigo:
SADY ZAÑARTU BUSTUS.)
CRISTO
Enséñame a imitarte, maestro fiel, divino;
insigne soñador del mágico Ideal;
fué amarga tu carrera, fué áspero el camino
que recorrió tu planta profeta oriental.
Tú fuiste soñador. Mostraste al vil humano
las grandes utopias de tu visión astral,
predicaste el amor, del pobre fuiste hermano;
tu doctrina fué verbo, tu sueño: magistral.
Te odiaron los hipócritas, vampiros y falsarios,
odiaron los escribas tus sueños visionarios,
te odiaron los imbéciles, los que huyen de la luz.
Tu nombre es el escudo de vampiros modernos,
tu nombre los falsarios ostentan en sus cuernos:
¡Te compadezco, mártir, soñador de la cruz…!
QUIJOTE
Hoy eres un ridículo, un soñador salvaje,
hoy todo lo domina el ansia de especular,
no existen trovadores, ni existe el personaje
que por su dama iba al palenque a lidiar.
Eres un caballero raro. Figura larga,
pareces un fantasma, un loco singular;
sublime es tu locura. Hoy rien de tu adarga,
de tu lanza maltrecha, de tu ansia de pelear.
Hay pocos que te imitan, caballero de estrofa,
y lanza en riste, tú eres el blanco de la mofa:
hoy rien los idiotas de visión feudal…
Son pocos los Quijotes que empuñan hoy su lanza;
son muchos que imitan al rudo Sancho Panza:
¡Te compadezco, loco del Sublime Ideal…!
COLON
Marino soñador, loco insigne y porfiado
que diste en el creer de una visión quimérica;
soñaste mucho, mucho, Quijote enamorado,
y el fruto de ese idilio fué el Nuevo Mundo:
¡América!
Como Cristo soñaste… ¡oh, loco Galileo!
Fuiste como un Quijote de costumbres exóticas
como un Cristo sufriste mofas del fariseo:
surgir un mundo hiciste de las sombras
caóticas.
¡Oh, pobre soñador de las trws carabelas,
yo comulgo contigo porque sé lo que anhelas!
– Tú fuiste noble víctima de la humana
ambición-.
Fuiste profeta y mártir. Tu pupila divina
vió unida en un haz toda la América Latina:
¡Amo, loco sublime, tu divina visión…!
1912